23#FESTIVAL MÁLAGA MEJOR MONTAJE 2020

Este año el premio al mejor montaje ha sido para la montadora argentina Paula Rupolo (EDA) por el largometraje de ficción “El silencio del cazador” dirigido por Martín Desalvo.

Paula trabaja como montadora desde el 2010 en Cactus Cine. Se ha formado junto a Miguel Pérez, uno de los más importantes referentes del montaje en Argentina. Participó en la montaje de varios programas de televisión, series web, largos de ficción, docu-ficción, documentales y videoclips musicales.

En el “El silencio del cazador” vamos a ver una película que sucede en la selva Misionera Argentina, donde hay un triángulo amoroso, una pelea de poder y clases y donde la naturaleza juega un papel importante, ya que las dos fuerzas opuestas son entre un colono cazador oligarca (Amman) y un  guardaparque nativo (Echarri).

Durante el proceso tuve un asistente que hizo el sincro, pero después todo lo demás yo sola. Arranqué a “editar” (en realidad seleccionar las tomas) en enero de 2019, no pude empezar a editar desde rodaje porque fue filmada en Misiones y yo trabajo en Buenos Aires, así que me trajeron todo el material una vez filmado. Para finales de marzo ya teníamos un armado que nos gustaba, ahí la dejamos descansar un poco para  mostrársela a la gente y en abril hicimos los últimos cambios para ya  pasársela  a post de sonido, color y VFX.

En un principio trabajé sola, ya que era más que nada ver las tomas y separar las que me gustaban, también tenía un planillado donde Martin Desalvo (director) me había marcado sus tomas predilectas. Y me dediqué a tener un armado completo tal cual como estaba en el guión, aunque ya sabía que había cosas que iban a cambiar (risas). Cuando ya tuve ese armado, Martín vino a la isla (sala de montaje) y de ahí en más trabajamos casi todo el tiempo juntos o capaz algunas veces medio día juntos y yo después me quedaba haciendo las cosas que habíamos hablado. La verdad que hicimos un equipo buenísimo.

Sobre la estructura del montaje, primero quise tener el armado tal cual como estaba en el guión, para después cambiar lo que no funcionara. Está bueno poder partir de una base, aunque ya sepas que va a cambiar,  si no siempre está la pregunta de “si hubiera funcionado“ entonces es preferible  descartar esa estructura de entrada. Al menos a mi me funciona mejor así. Y después la dimos vuelta para todos lados.

En un principio tuve que adecuarme al estilo de corte de esta película. Yo venía de hacer muchas cosas más de corte, corte, corte, corte, y esta era una película con muchos planos secuencia, me tuve que limpiar de esa idea de cortar, cortar y disfrutar un poco más los tiempos. Pero sin pasarme de rosca y que se termine convirtiendo en un bodrio (risas). Una vez que encontramos el código que nos dejaba contentos tanto a Martín como a mi, nos empezamos a animar a jugar un poco más y capaz hacer cortes locos, pero ya más para el final, cuando teníamos un armado que estructuralmente nos gustaba.

Hubo mil versiones de la película (risas). La primera duraba como 4 horas, hubo otra versión súper sacada que duraba menos de 1 hora y media. Era super al palo (muy vertiginoso), con tiempos rapidísimos, obviamente no funcionó (risas). Era otro estilo de película, todo el tiempo estábamos probando cosas diferentes y moviendo escenas de lugar, cambiando la duración de esas escenas para ver hasta donde convenía mostrar al espectador y qué dejar a la imaginación. Siempre la búsqueda era que el in crescendo del dramatismo sea coherente y no haya mesetas. Creo que pudimos llegar a la mejor estructura posible gracias a esas otras estructuras fallidas. Y también gracias a que Martín estaba dispuesto a mover todo de lugar y probar cosas que no se habían pensado así. No se si todxs lxs directorxs se animan a eso. 

 

Paula Rupolo y Martín Desalvo

Cuando leí el guión, había una escena que me imaginé cómo la iba a editar inmediatamente, sin siquiera ver el material, sin siquiera estar todavía filmado (risas). Me emocionaba pensando en esa escena, pero bueno, lo que yo había imaginado estaba en otro código que no tenía nada que ver con la película y al final quedó de otra manera, de todos modos me gusta como quedó. Pero para sorpresa mía, después hubo otra escena que me gratificó ampliamente. Sin hacer spoiler se hace difícil comentarla (risas). 

Si bien es obvio que montar toda la película fue una gratificación inmensa, hay escenas que, al menos a mí me pasa, no sé si a todos lxs editorxs les pasará, me dan como escalofríos cuando las estoy montando, porque tienen mucho dramatismo o emociones y cada vez que las vuelvo a ver, aunque ya las vi un millón de veces, sigue pasándome lo mismo, espero que al público le pase también.

Paula Rupolo

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“El silencio del cazador”

BIZNAGA DE PLATA AL MEJOR MONTAJE

Director: Martín Desalvo . 2019. Argentina.

TRAILER

https://www.youtube.com/watch?v=PWt6rfnTl_Q

Asociación de Montadores Audiovisuales de España

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