”Presentamos a Bernat Aragonés, un montador y supervisor de VFX que ha trabajado en la película “La Hija de un Ladrón” de la directora Belén funes que se presentó en la Sección oficial del Festival de San Sebastián de 2019.
Minibio
Bernat Aragones nace en Barcelona, ha participado en producciones en Europa, EEUU y la India. Ha trabajado como montador junto a Isabel Coixet La Librería, Elisa y Marcela y junto a Belén Funes (La hija de un ladrón) entre otros. Como Supervisor de VFX ha trabajado con Agustí Villaronga (El rey de la Habana, Incerta Glòria, Born a King) y Mariano Barroso (El día de mañana) entre otros. Además editado películas en gran formato Imax, películas estereoscópicas y proyectos de realidad virtual. Tiene un master en Bellas Artes por el American Film Institute (AFI) de Los Ángeles, también es licenciado en Humanidades por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. En 2015 fundó el estudio de postproducción Antaviana Films donde tiene su propia sala de montaje.
¿Qué tipo de película vamos a ver?
La hija de un ladrón nos explica la historia de Sara, que tiene un conflicto con su padre, ella quiere obtener la custodia de su hermano pequeño, Martín. Es una historia de personajes que se quieren y que se odian a la vez, que buscan su lugar en el mundo y que resuelven que la mejor manera de quererse es, paradójicamente, estando lejos.
Yo veo a Sara como esta heroína griega, una Medea moderna, una Antígona, una Electra moderna, cuyo padre no es un rey, si no un ladrón. Es madre soltera y tiene un novio que no quiere saber nada de ella. Ella busca trabajo e intenta crear su propia familia. Para mi el proceso de descubrimiento de las distintas capas que tenía este personaje ha sido lo verdaderamente interesante del proceso de montaje de la película.
¿Cómo te has incorporado a la película?
El montaje de La hija de un ladrón empezó en paralelo al rodaje. De hecho fue justo después de finalizar con Elisa y Marcela, de Isabel Coixet, que se encadenó el inicio del rodaje de la película de Belén Funes y yo fui haciendo el assembly paralelo. Ya habíamos trabajado anteriormente en los dos cortos previos de Belén Funes: Sara a la fuga, que de hecho retrata un momento de la nuestra protagonista en La hija del ladrón, pero unos años antes; y después en el otro cortometraje La inútil. Con Belén Funes ya hay una relación y una telepatía, y una coincidencia de gustos, que tenemos muy clara, y fui haciendo todo este proceso en solitario. Ella se incorporó al montaje después de terminar al rodaje, bastante rápidamente. E iniciamos un proceso “codo con codo” de debate, discusión… La verdad es que fue un momento muy interesante, divertido.
SOBRE EL MONTAJE
¿Cómo se estructura el montaje de esta película?
La estructura de la película fue evolucionando muchísimo, del primer assembly que reflejaba lógicamente el orden establecido por el guion, a la estructura final de la película, hay una transformación absoluta. De hecho, no hay dos secuencias consecutivas en el guion que lo sean en la película. Nos dimos cuenta de que a pesar de que teníamos un guion muy bueno, un guion que establecía unas situaciones, una psicología de unos personajes riquísimos, había unas fuerzas internas que se estructuraban de otra manera, debido a la evolución que tuvo el proyecto durante el rodaje. Hubo un proceso de reescritura intensivo en la fase de montaje. Fue una etapa dura, pero muy bonita. Afortunadamente Belén Funes fue muy valiente en la toma de muchas de las decisiones. Marçal Cebrian, el guionista, también fue clave en apuntar algunas de las ideas que tenían que estructurar la pieza. También Antonio Chavarrías, el productor, aportó otras ideas que nos ayudaron. El receso navideño, fue un “parón” importante para dejar reposar, y poder madurar muchos de los temas que estaban apuntándose, pero que no conseguíamos que cuajaran en el montaje de la película. Fue fundamental para la toma de decisiones finales con las cuales reescribimos buena parte de la historia
¿Hubo una versión diferente de la peli que vamos a ver?
Hubo un proceso de reescritura intensivo en la fase de montaje. Fue una etapa dura, pero muy bonita. Afortunadamente Belén Funes fue muy valiente en la toma de muchas de las decisiones. Marçal Cebrian, el guionista, también fue clave en apuntar algunas de las ideas que tenían que estructurar la pieza. También Antonio Chavarrías, el productor, aportó otras ideas que nos ayudaron. El receso navideño, fue un “parón” importante para dejar reposar, y poder madurar muchos de los temas que estaban apuntándose, pero que no conseguíamos que cuajaran en el montaje de la película. Fue fundamental para la toma de decisiones finales con las cuales reescribimos buena parte de la historia.
SOBRE EL MONTADOR
¿Cómo concibes tu trabajo de montaje?
Yo entiendo el trabajo del montador, y el trabajo en sí del montaje, que va mucho más allá de la propia sala de montaje. De hecho te llevas la secuencia en la cabeza, y te la llevas paseando por toda la ciudad y los sitios a los que vas. También concibo que mi trabajo va más allá de la estructuración propia del montaje. Desarrollo un trabajo intensivo de sonido, y obviamente también de efectos especiales cuando los hay.
¿Cómo os gusta abordar el trabajo de sonido?
Mi trabajo de sonido no pretende ser finalista en ningún caso, obviamente, pero sí que la toma de decisiones se haga sin que haya elementos sonoros que nos distraigan, que estén todos aquellos elementos sonoros que sean relevantes en la secuencia. Después aportar algunas ideas para que sean retomadas por la persona que haga el diseño de sonido, ya con otras herramientas y otros tiempos, y desarrolle estas ideas que ya están planteadas y debatidas con la directora previamente, en la fase de montaje.
¿Sueles trabajar con la misma gente?
A lo largo de los años he conseguido trabajar con un equipo muy consolidado. Nos entendemos perfectamente y participan en muchas de las decisiones y necesidades que hay en el proceso de montaje. Me he sentido muy arropado por el equipo de Antaviana, no solo en el trabajo de montaje si no en posteriores trabajos de sonido, conformado, corrección de color, en los cuales me gusta ver cómo evoluciona y poder aportar aquella visión que se estableció en el montaje. Afortunadamente, no solo el equipo de Antaviana en esta película, si no también , el reducido equipo de producción, distribución… hemos ido muy a una y hemos tenido una visión muy clara. En todos los pases que hemos hecho siempre ha habido aportaciones que digeridas por Belén e interpretadas por mi, pues hemos conseguido darle la forma final a la película.
SOBRE “LA HIJA DEL LADRÓN”
SECCIÓN OFICIAL del festival de cine de San Sebastián
Dir: Belén Funes
España
2019
https://www.youtube.com/watch?v=8x3IHnZsFCE