Crónicas de Montaje: Pablo Polledri

By 25/04/2023 mayo 9th, 2023 Destacado, Publicaciones

Ganador del premio AMAE al Mejor Montaje en el Festival de Cine de Cine de Madrid 2023.

 

Pablo Polledri es un prolífico realizador, que ha desarrollado multitud de piezas de animación trabajando hasta ahora siempre de forma independiente. Sus cortometrajes han recorrido festivales en todo el mundo obteniendo más de 230 reconocimientos. Su último cortometraje Loop es una coproducción con el estudio UNIKO. Actualmente trabaja en forma freelance en proyectos de motion graphics, ilustración y animación 2d/3d para diferentes formatos.
Algunos de sus trabajos son El último viaje (2006), Incordia (2010), Sinécdoque (2014), Corp. (2016), Bon Appétit (2017) o Loop (2021).

Loop es un cortometraje de animación en el cual me ocupé del guion, dirección, dirección de Arte, montaje. La animación la hice junto a M. Cármen Cambrils y Arkaitz del Río, Iván Miñambres se encargó de la producción, los fondos los realizó Leire Acha, la banda sonora Joseba Beristain y Rafa del Campo la mezcla final.

Loop es una comedia musical de ciencia ficción sobre una sociedad en la cual cada habitante repite una única acción una y otra vez.

Para establecer un concepto que reforzara la idea de repetición y alienación, quería que el corto tuviera un ritmo determinado, y ese pulso iba a ser seguido de principio a fin por las acciones de los personajes, los sonidos, la música y el montaje.

Antes de empezar el animatic lo primero que hice fue definir el tempo que iba a tener la música y en base a eso hice un video con transparencia que tenía un pequeño cuadrado en la esquina superior que variaba de color según el ritmo que había definido en un compás de cuatro cuartos. De esta manera podía usarlo siempre de referencia para trabajar tanto en la animación como en el montaje. De esta manera, por ejemplo, las acciones de los personajes y su posterior sonido iban a coincidir exactamente con la música. Esto también determinó el montaje ya que había decidido que iba a utilizar para todos los cortes, la misma métrica musical del compás y las diferentes subdivisiones dependiendo de la emoción que requiriese cada escena (lo que sería el equivalente musical a usar negras, corcheas o semicorcheas).

Otra pauta que también condicionó el montaje fue hacer que el cortometraje durara exactamente 8 minutos (haciendo referencia al símbolo de infinito). Si bien es algo que no se puede ver en el corto y que es difícil de notar, salvo que lo leas en algún catálogo o lo veas en un reproductor y te fijes puntualmente en la duración, para mí era un detalle que contribuía a la concepción integral del corto desde todas sus aristas.

El estilo del montaje se podría dividir en 2 partes principales. En la primera podemos ver diferentes escenas donde los personajes están siempre en el mismo loop siguiendo el ritmo. Esta parte funciona más como un musical donde todas las animaciones siguen un mismo tempo y en el que los sonidos diegéticos son parte de la banda sonora.

Luego, una segunda parte donde se produce el quiebre hasta el final. En este momento, se empieza a desarrollar la historia y, si bien los sonidos continúan siendo parte de la banda sonora, y el montaje sigue las mismas reglas, este es menos estructurado.
Todo esto hizo que el animatic inicial se acercara bastante a la versión final del corto.

En esta segunda parte pude probar con diferentes propuestas de montaje. En esas escenas tenía más libertad ya que las acciones dejaron de ser estructuradas y conceptualmente requerían que el montaje fuera diferente al de la primera parte, aunque todo continuaba siguiendo el pulso.

Una de las secuencias que me pareció más interesante de montar fue la parte final. Necesitaba generar distintas emociones en pocos segundos y el montaje para lograr esto fue clave. Incluyendo el último plano, que dependiendo del momento en que lo finalizara, invitaba a hacer diferentes lecturas.

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